Este deporte en los Juegos Olímpicos se remonta en la
Antigua Grecia, denominado pugilato introducido en los JJ.OO de la Antigüedad
del año 668 a.c, donde dos combatientes se designaban al azar, no tenían
límites de peso y se competían en un terreno hecho de skamman (parecido a la
arcilla).
El reglamento solo permitía golpes de la quijada para
arriba ya que estaba prohibido el combate cuerpo a cuerpo, como también
abrazar, morder y rasguñar al rival. Si los competidores rompían esta regla,
los árbitros castigaban al infractor azotándolo con una larga vara bifurcada. No
existía límite de tiempo, a su vez los pugilista terminaban extenuados incluso
llegando a la muerte debido al intenso castigo recibido durante su larga
duración.
Su inicio
en los Juegos Olímpicos Modernos
Tras la aparición de los juegos en el año 1896 en la capital griega de Atenas,
el boxeo se iba a incorporar a los juegos de San
Luis 1904, en Estados
Unidos, donde hubo siete categorías (peso:
mosca, gallo, pluma, ligero; welter, medio y pesado). Luego en 1912,
solo esa vez, en Estocolmo se prohibiría esta actividad por el
gobierno sueco.
Las categorías fueron variando a lo largo de las ediciones llegando
haber una mínima de cinco categorías en Londres
1908 a una máxima de doce en Los Ángeles 1984 y Sídney
2000.
En 1936 las categorías se medían en libras
y en Londres 1948 se las consideró en kilogramos. Actualmente el boxeo olímpico tiene
diez categorías, que van de minimosca,
hasta peso superpesado.
Argentinos en los
Juegos Olímpicos
A mitades del siglo XX, Argentina fue uno de los
dominadores del boxeo olímpico. El boxeo es el deporte que mayor número de
medallas obtuvo en los Juegos Olímpicos: 24 (7 doradas, 7 plateadas y 10 de
bronce). Ubicandose en el noveno puesto en el medallero histórico de este
deporte.
Entre los antecedentes más
importantes se encuentran Victor Aveldaño, quien fue uno de los primeros
boxeadores iberoamericanos en conseguir un título olímpico. Obtuvo la medalla
de oro en los juegos de Ámsterdam 1928, en la categoría mediopesado, al vencer
en la final al alemán Ernst Pistulla.
En los mismos juegos, Arturo Rodríguez
obtuvo la presea dorada en la categoría pesado, venciendo al sueco Nils Ramm.
En los juegos de Los Ángeles
1932, fue el turno de Carmelo
Robledo en categoría pluma, en donde venció en la final al
alemán Josef
Schleinkofer, para así obtener el oro. En los pesados, Santiago Lovell obtuvo
su título olímpico, tras vencer en la pelea decisiva al italiano Luigi Rovati.Las últimas dos preseas doradas fueron conseguidas tras el párate de 12 años provocado por la SegundaGuerra Mundial. Allí Pascual Pérez, en categoría mosca, tras vencer en la final al italiano Spartaco Bandinelli, y Rafael Iglesias, en categoría pesado, tras derrotas en la pelea definitoria al sueco Gunnar Nilsson, obtuvieron sus respectivas medallas de oro. Siendo el único argentino hasta ahora en obtener una medalla de oro en Juegos Olímpicos y luego un campeonato mundial a nivel profesional. Se consagró Campeón Mundial Mosca al vencer al japonés Yoshio sharai.
Sin embargo, el último antecedente del podio de nuestros puños data de los Juegos de Atlanta 1996, cuando Pablo Chacón compartió el bronce en peso Pluma con Floyd Mayweather.
Argentinos clasificados a los Juegos
Olímpicos de Río 2016
Argentina contará con
cinco representantes para la máxima competencia que comenzará a partir
del 6 de agosto y concluirá el 21 del mismo mes. Los púgiles son Yamil
peralta (91 kilos), Alberto Melian (56), Fernando Martínez (52),
Alberto Palmetta (69) e Ignacio Perrin (60), que luego de la
gran participación realizada en el torneo Preolímpico con el seleccionado
nacional amateur dirigido por Julio García, tratarán
de reverdecer viejos lauros. Los juegos Olímpicos albergaran un total de 250
púgiles varones (10 categorías) y 36 mujeres (tres categorías).
Sin
casco en Río
Por primera vez desde 1894, los púgiles subirán al cuadrilátero sin
protección a la cabeza. Fue una decisión del Comité Internacional de Boxeo Amateur aprobada
por el COI. Una investigación científica demostró una
disminución del 43 % el número de conmociones cerebrales desde ese momento. La AIBA debe
decidir en mayo una reforma para que todos los boxeadores profesionales puedan
participar de los Juegos Olímpicos.






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